En el primero de ellos, se ponen en juego nuestros conocimientos sobre el reconocimiento de las letras que componen nuestro alfabeto y nuestras habilidades lectoras. Intentamos averiguar de qué palabra se trata sin ahorcar al monigote, a veces resulta complicado, pero cada vez vamos adivinando más rápidamente la respuesta. Quien acierta lee la palabra, algunos y algunas con ayuda, y otros sin ella, pero eso sí, con muchísimo entusiasmo y motivación por esta actividad de iniciación a la lectura.
El segundo se encarga de desarrollar la atención y la memoria. Se trata de encontrar a las parejas levantando dos tarjetas por turno. Por ahora nos resulta imposible no chivarnos sobre la posición de la pareja...Es un juego muy divertido con el que poco a poco aprenderemos a relajarnos asumiendo las reglas.
¿Nos echamos una partidita en casa?
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