Una nueva entrega de superimán y los pequesabios para explicarnos cómo podemos construir una brújula casera. Bueno, como ya somos expertos/as utlizamos los conocimientos adquiridos en experimentos anteriores, en la experiencia con el CSIC y la explicaión de José Manuel, el físico que nos ayudó en nuestra investigación. Analizamos y recordamos las partes de una brújula, consta de una aguja imantada la cual está provista de dos polos (norte y sur) por lo tanto la aguja es otro imán, pero también descubrimos que en la tierra hay esos polos, por lo tanto la tierra es un imán gigantesco, en su interior hay rocas que contienen hierro ( hemos recordado la historia de Magnes, el pastor que descubrió los imanes), además es muy importante que la tierra se comporte como un imán, ya que nos protege de algunos rayos peligrosos que vienen del sol.
Teniendo en cuenta esos elementos hemos construido nuestra brújula, para ello necesitamos: un vaso de cristal, un trozo de cartulina doblado por la mitad, un trocito de cuerda, un palito y dos agujas imantadas, ¿que no sabéis convertir la aguja en un imán? Nosotros sí porque lo aprendimos con el experimento del destornillador, sólo tienes que frotarlas varias veces por un imán y ya está lista. Después pegamos las agujas en cada mitad de la cartulina por dentro y atamos esa estructura con la cuerda a un palito, que dejaremos reposar sobre el vaso para que la cartulina pueda girar libremente dentro de él, así de fácil.
La seño Leo nos enseñó otra manera de hacerla, se construía casi igual, sólo que ahora no se usa vaso ni cuerda, situamos la cartulina con las agujas encima del palito manteniendo el equilibrio.
Cuando ambas brújulas se equilibraron, pudimos identificar los polos y los señalamos con pegatinas. ¡Intentad probarlo en casa! Los niños y niñas os lo pueden contar con más detalles y, además, ´las fotos os podrán servir de ayuda ¡A EXPERIMENTAR!
No hay comentarios:
Publicar un comentario