Continúan las aventuras de pinocho, aunque prometió y prometió que ya sería bueno, otra vez se ve tentado, ahora le ofrecen cambiar su abecedario, ese que su padre consiguió al cambiar su único abrigo, por una entrada para el circo y al final, aunque se lo piensa, accede. Era un circo de marionetas y todos se muestran contentos de ver a su hermano pinocho, otra marioneta más. Éstas marionetas estaban a cargo un personaje terrorífico, el tragafuegos, que maltrataba a sus marionetas con un látigo hecho de serpientes y colas de zorro. El tragafuegos quiso echar a pinocho al fuego, tras sus súplicas al titiritero empezó a picarle la nariz, síntoma de que sentía lástima de pinocho y lo perdonó. Entonces eligió a Arlequin, otra marioneta, para echarla al fuego, pero pinocho quiso ocupar su lugar, alabando esta acción hasta el propio titiritero, el cuál alabó a su papá por haberle educado tan bien.
No está bien que tragafuegos maltrate a sus marionetas, así que construiremos un látigo más largo que el suyo para asustarlo y que a partir de ahora aprenda buenos modales. Empezamos a utilizar materiales del aula para construir dicho látigo con la consigna de emplear materiales variados que podamos unir de alguna manera y que el látigo pueda ser levantado y estiradao.; hemos utilizado lazos, cañitas, cuerda del rincón de las experiencias, un pincel...Aún podemos alargarlo más, así que nuestro látigo no está terminado. Una vez que esté terminado, habrá que medirlo, pero no utilizaremos para ello el metro, sino alguna unidad de medida no convencional. ¿Cómo terminará el problema? Permaneced atentos.
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