Continuamos aprendiendo cosas sobre el sonido de la mano de Don Ramón y recordando todo el recorrido que realiza el sonido desde que se produce hasta que nuestro cerebro lo recibe. Hemos realizado un juego que pone a prueba nuestro oído a ver si es capaz de discriminar y diferenciar determinados sonidos, "El memoriom de los sonidos" Hemos construido parejas de maracas con latas de fanta rellenándolas con distintos materiales tales como garbanzos, monedas, chinchetas, arena, canicas, piedras y arroz, pero algunos de ellos producen sonidos muy similares y tenemos que agudizar bastante nuestro oído para poder emparejar las maracas.
Después de todo lo aprendido estamos dispuestos para aprender determinadas cualidades del sonido como es la altura. Presentamos a los niños y niñas el material del experimento para ver si podían explicar en qué consistía: botellas de cristal llenas de agua coloreada y unos palos o baquetas de madera.Cada uno iba lanzando su propuesta hasta que varios coincidieron en que el experimento consistía en producir sonidos chocando la baqueta contra las botellas. En efecto, pero al probar las melodías nos dábamos cuenta de que todos los sonidos no eran iguales y que en esto influía la cantidad de agua que tenían las botellas, las botellas más vacías sonaban más finas y las más llenas, un sonido más gordo. Inés rescató la información que ella había aportado cuando el año pasado realizamos un proyecto de música: Cada botella es una nota, y las más vacías producen un sonido agudo, y las más llenas, graves. Pero las notas en un instrumento están dispuesta de una ,manera determinada, como formando una escalera, así que fuimos ordenándolas según la altura del agua. Al golpear la baqueta sobre el cristal hace que la onda sonora viaje a través del cristal y a través del agua y ese sonido realiza el recorrido que mencionábamos antes. En realidad, hemos construido un instrumento musical con material reciclado, una especie de xilófono.
No hay comentarios:
Publicar un comentario